martes, 11 de noviembre de 2008

Sebastián Alaniz
04 de Noviembre de 2008

Sacarla afuera


Aunque la Dimayor nos sigue regalando momentos notables entrando ya a la recta final de la temporada regular, como la caída del puntero Universidad de Concepción en Valdivia o los 5 días seguidos de básquetbol que se vienen esta semana, clásicos incluidos, la semana pasada las miradas cesteras estuvieron puestas fuera de nuestras fronteras.

Por un lado Liceo Mixto, actual campeón de la Dimayor, disputó el Campeonato Sudamericano de Clubes Campeones disputado en Ecuador. Y como era de esperarse, ganó el partido que tenía que ganar, frente a los locales de Barcelona, y luego perdió todos sus cotejos. Si bien se puede argumentar que “se cumplió” y que el plantel no llegó en el mejor momento físico, la pregunta que queda latente y que lleva varios años así es ¿Cuándo nos vamos a aburrir de ir a cumplir, de no aspirar a nada más de lo que, por lógica, nos corresponde?

El ejemplo claro de un país que ha avanzado en esa línea es, precisamente, el del club campeón del torneo, el Biguá de Uruguay, a quienes no les importó tener al frente a la tradición y los números, históricamente superiores, de brasileños y argentinos. Con un juego atildado y colectivo, que se replica del mismo modo en su trabajo de selecciones nacionales, se llevaron la corona a un país que, como todos sabrán, tiene bastante menos habitantes que el nuestro (para derribar otro clásico y añejo argumento que justifica nuestra inferioridad ante cariocas y trasandinos). Martín Osimani demostró nuevamente que es una figura de nivel sudamericano y repitió sus buenas actuaciones por la “celeste”, ahora para guiar al Biguá al título.

Bastante más lejos, pero con bastante más cobertura y, por tanto, con posibilidad de seguir la acción basquetbolística de buena manera, comenzó una nueva temporada de la NBA. Cinco partidos han bastado para confirmar algunos augurios. Que los Lakers vienen con todo por la revancha y están logrado alargar su rotación, que los Celtics siguen sólidos, que los Spurs han demostrado una inédita Manu-dependencia al tener un pésimo arranque sin el argentino, lesionado y fuera de las canchas por varios partidos más, y que los Rockets, con la consolidación de Luis Scola y el aporte del recientemente incorporado Ron Artest, más la dupla McGrady-Ming, pueden dar que hablar este año, entre otras cosas.

La noticia que sin duda marcará la semana es el nuevo cambio de equipo de Allen Iverson, que dejó los Nuggets para arribar a Detroit. Con esto se rompe la base de plantel más consolidada de la liga en los Pistons, ya que Chauncey Billups, integrante del plantel campeón de hace 3 temporadas y que llevaba largo rato jugando con Hamilton, Prince y Wallace, parte a Denver junto a McDeyss. Ojalá que esto permita que Carmelo Anthony vuelva a tomar las riendas de un Denver que, con dos de los goleadores de la liga, no anduvo el año pasado y, por parte de Detroit, es una movida claramente de campeonato, buscando una pieza desequilibrante que los pueda meter en la pelea por el título.

Para Iverson, simplemente sumarse a lo que en las últimas temporadas han hecho jugadores tan ilustres como Karl Malone, Gary Payton o, sin ir más lejos, el mismísimo Kevin Garnett: buscar un equipo que tenga reales pretensiones de campeonar para no retirarse de la NBA sin un anillo de campeón en las manos.

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